El sol aparece. En su debido tiempo, nos deja sin sombra. Luego entra por la ventana del patio, observando los detalles que deja con su luz. Finalmente, el horizonte se acerca, toma los últimos rayos del sol para dejar paso a la noche y su compañía silenciosa.
Mientras tanto, seguimos viviendo.
Gracias por despertar.
2 comentarios:
Que inspirado este post amiga!!
Anda a mi blog hay una invitacion para ti.
Un beso
S.
Mas, los reflejos, muchas veces, ocultan grandes abismos que vivimos día a día. Por eso la noche resulta más segura -para algunos-.
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